1809 Pequeñas rebeliones en Los Andes

La usurpación napoleónica del rey de España causó un vacío en el poder que tuvo resonancia en América del Sur; sin embargo, el pueblo permaneció sorprendentemente leal al sistema monárquico.

En España, la usurpación del poder del Rey condujo al establecimiento de Juntas provinciales, que resistieron al nuevo rey Bonaparte (el hermano de Napoleón) y sostuvieron que ellos estaban actuando en nombre del rey español Fernando VII. En 1808, delegaciones de las Juntas de Sevilla, que se consideraban la Junta Suprema de España, viajaron a América para buscar colaboración y afirmar su autoridad administrativa. Mientras que los americanos eran leales a Fernando VII, estos respondieron menos favorablemente a la autoridad de las Juntas españolas. Esto se vio agravado por los desacuerdos entre las Juntas españolas sobre si la Junta de Sevilla tena la autoridad suprema.

La inestabilidad de las autoridades gobernantes en España también causó inestabilidad en América del Sur. En Chuquisaca (la ciudad que ahora conocemos como Sucre, en Bolivia), el virrey y el gobernador español fueron derrocados para que se pudiera instaurar una Junta. El gobernador fue derrocado por personas leales a Fernando VII mientras se rumoreaba que él (el gobernador) estaba en conversaciones con Carlota Joaquina, la esposa del príncipe regente portugués. Asimismo, en La Paz, el administrador real fue depuesto y se formó una Junta. Otras juntas aparecieron en Caracas, Quito y muchos otros lugares. Así comenzó el establecimiento de las Juntas en América del Sur.

La Junta de Quito fue una de las primeras. Trató de ofrecer un gobierno interino hasta que Fernando VII regresara al trono. Por lo tanto, uno de los aspectos interesantes sobre estas primeras Juntas  es  que ellas no necesariamente trataron de romper con el gobierno real, sino que más bien buscaron actuar en nombre del rey durante su ausencia. Como lo menciona Daniel Gutiérrez Ardila en su estudio de la Junta de Quito, estos primeros representantes  actuaron en términos similares a sus contrapartes en España, y usaron la religión y la defensa del rey y la Corona para justificar su posición. La Junta en Quito duró menos de tres meses, pero es un caso de estudio interesante, ya que las estructuras diplomáticas que implementó darían forma a las de la Nueva Granada en los próximos años.

Las Juntas originales en Quito y La Paz pronto fueron anuladas por el virrey del Perú, el virrey Abascal. En noviembre de 1809, Abascal había ejecutado o encarcelado a los líderes de las Juntas y había restaurado el orden original del Virrey del Perú.

Algunos líderes en América del Sur, (Francisco Miranda, por ejemplo), buscaron promover las ideas de la ilustración, la libertad, la igualdad y los derechos del hombre – ideas que inspiraron la Revolución Francesa. Sin embargo, con la excepción de Haití, donde había habido una exitosa  revolución de esclavos, estas ideas no tuvieron mucho impacto en los habitantes de América, que permanecieron leales al sistema jerárquico de la monarquía.

En el podcast del video anterior, Gabriel di Meglio habla sobre la difusión de las ideas intelectuales durante las Guerras de la Independencia.

Referencias

Gutiérrez Ardila, Daniel. “Revolución y diplomacia: el caso de la primera Junta de Quito (1809).” Fronteras de la Historia 12 (2007): 341-370.